DÍAS DE OTOÑO ROBERTO GABALDÓN

Una película mejicana dirigida por Roberto Gavaldón sobre mujeres, donde la amistad de todas se conjuga con las ensoñaciones de la protagonista Luisa, que recuerda un poco a Severine de «Belle de jour» pero se le opone en cuanto a que Severine tiene una idea muy carnal de la relación mientras que Luisa es más idílica.

Es la historia de una fantasía, de una farsa que vive Luisa. Se enamora de un hombre casado que finge no serlo y en ningún momento se cerciora del engaño solo cuando el sacerdote llama a la casa de su supuesto novio y ella descubre la verdad. Va a la iglesia vestida de novia y muchos la miran desconcertados. Una novia sin novio.

La fotografía muestra primeros planos de la actriz Pina Pellicer en la que se recrea el director por tener un cierto parecido con Audrey Hepburn.

Hay una escena en la que Luisa pierde el zapato y al bajar del autobús un coche de lujo se detiene y encuentra a su gran amor, un hombre apuesto, pero que resultará ser un falsario. Esto podría recordar al cuento de la cenicienta pero con un final amargo.

El día de su boda espera en su habitación la llegada del novio. Una habitación oscura y pobre en la que se presiente la angustia en los ojos de la protagonista al mirar el reloj de pared que va marcando las horas desesperadamente sin que aparezca nadie. Una angustia marcada por el juego de luces y sombras que ejercen un efecto de tenebrismo y de soledad cuando movida por la frustración golpea el espejo colgante que acentúa el dramatismo al proyectar su imagen desde fuera en varias direcciones.

Emplea muchas veces Gavaldón el recurso de la nocturnidad de la casa donde vive para comunicar que es una mujer que está encerrada en su mundo frágil pero no real sino imaginario, pues la luna y la noche se asocian a la imaginación y a lo incierto y para expresar también la soledad forzosa a la que se ve abocada. Se siente más cómoda con muñecas a las que habla que no la juzgan como lo haría la gente real.

Vive una farsa porque no puede decir la verdad. Es muy tímida y prefiere inventarse una vida que no tiene ya que siempre la ridiculizaron. Finge ante sus amigas y compañeras de trabajo que su matrimonio es perfecto e incluso que se queda encinta y que Carlos, su esposo ficticio muere en un accidente

Así pues, los temas principales que se abordan son la ilusión y el desengaño. Pero la protagonista finalmente decide no perder la esperanza. La película tiene un final abierto y positivo donde ella vuelve a soñar y clama en voz alta «la esperanza no morirá» para que el espectador se imagine si ella rehará su vida con el jefe del comercio donde trabaja que la quiere o por el contrario con algún desconocido.

Un comentario en “DÍAS DE OTOÑO ROBERTO GABALDÓN

  1. Buena crítica, pero echo en falta una cosa, bueno dos. La primera es que analizas muy bien el tema (esa lucha entre la realidad y la fantasía) y la narrativa pero no hablas de cómo lo cuenta, es decir, si con un aspecto clásico o con momentos rompedores de alto contenido pasional. Y la segunda cosa es la palabra «melodrama». Gavaldón (ojo! en el título de la crítica aparece el apellido con B) es un maestro del melodrama, que además lo aderezó con toques de cine negro, en un momento en el que el cine de su país era después de Hollywood el mayor creador de melodramas del mundo (te recomiendo las películas del Indio Fernández). Es interesante incluir al director en su ecosistema.

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