TODO PASA Y TODO QUEDA

Past Lives (Vidas pasadas) – Celine Song

Estados Unidos, 2023

La infancia posee la maravillosa posibilidad de poder cruzarnos con personas que nos van a dejar una huella que no vamos a ser capaces de borrar. Trataremos de archivar estos recuerdos pasados pero, sin importar la intensidad y el tiempo que duren estos momentos, van a desatar emociones que van a perdurar sin que nadie más pueda compartirlas. Celine Song debuta con un largometraje de tintes autobiográficos que se atreve a plasmar algo tan delicado como esto. Past Lives nos cuenta cómo Nora y Hae Sung, dos niños coreanos, se reencuentran de forma virtual 12 años después de separarse, al trasladarse Nora de ciudad, y posteriormente también cara a cara transcurridos otros 12. Tiene todos los elementos para construir un drama romántico que hemos visto ya muchas veces, pero Song no se conforma y va mucho más allá.

La película se construye desde el inicio concentrándose en el tiempo en que los dos personajes coinciden, sin que sea necesario que tengamos que conocerlos profundamente. El espectador se tiene que encargar de ir rellenando los espacios entre los encuentros. La cámara, incluso en los planos y contraplanos, es un mero espectador que espía sin un atisbo de juicio. Cuando los protagonistas se vuelven a ver físicamente, la directora nos lo muestra a través de unas postales luminosas y elegantes que acompañan coherentemente a la historia.

Todo está lleno de diálogos para expresar lo frágil y complejo de unos sentimientos llenos de matices. Sin embargo lo emocionante es que todo lo que verdaderamente importa está fuera de estas reuniones y habita más bien detrás de unas miradas y unos silencios que nos hacen pensar en lo que pasa y en lo que permanece, más allá de la nostalgia. Es tremendamente difícil conseguir que surja la magia tal y como estamos inmersos en un bombardeo audiovisual constante, y qué suerte que el cine a veces todavía lo pueda lograr. Aquí lo ha hecho.

Julio Valles Ferrero